La candidiasis oral o Muguet es una infección común que no nos debe asustar. Aquí conocerás sus causas, síntomas, tratamiento y cómo la podemos evitar.

Candidiasis oral; ¿qué es?

La candidiasis oral o muguet es una infección muy común de la boca. Está provocada por la proliferación de una levadura (un tipo de hongo) llamado Candida albicans. Es un proceso que se puede contraer a cualquier edad, aunque es más habitual en recién nacidos, en lactantes menores de 6 meses y en adultos mayores.

Síntomas de candidiasis oral

Es una infección generalmente leve y con frecuencia asintomática. Aunque puede provocar en el bebé molestias; estar irritable y rechazar las tomas, por incomodidad al succionar. No cursa con fiebre.

Clínicamente, lo más frecuente es que se presente como una capa blanca algodonosa y espesa, parecida al requesón, que cubre la lengua. Menos común es que se extienda al paladar, a la cara interna de las mejillas y hacia la faringe.

Truco

Son muchos los padres y madres que acuden a la consulta porque sus hijos tienen la lengua blanca y no saben si es normal o no. Un truco muy útil para diferenciar si la lengua blanquecina es por restos de leche (digerida o regurgitada) o es una candidiasis bucal, es intentar limpiarla con una gasa empapada con agua.

  • Si la lengua queda limpia, eran restos de leche.
  • Por lo contrario, si continúa blanca, estamos ante una candidiasis. Si raspamos enérgicamente éstas lesiones y las eliminamos, dejaremos una superficie sangrante y dolorosa.

En ocasiones, cuando un bebé tiene muguet, el hongo puede pasar de la boca a la zona perianal, a través del tubo digestivo, dando lugar a la candidiasis del pañal, también llamada “dermatitis del pañal”. Clínicamente aparece en la zona de alrededor del ano, una placa muy roja, con los bordes sobreelevados.

¿Cuáles son las causas de la candidiasis oral?

Ya hemos mencionado que se debe a la infección de un hongo llamado Candida albicans.

Muchas personas tenemos este hongo de forma habitual en la boca y en el tubo digestivo. Siempre que no crezca de forma excesiva, se considera inofensivo y no generara ningún tipo de problema. El sistema inmunológico es el que se encarga de ello: mantiene un equilibrio entre la flora bacteriana (bacterias “buenas”) y fúngica. La inmadurez del sistema inmune de los recién nacidos, hace que sean más susceptibles a que se rompa este equilibrio. Por lo tanto es más probable que el microorganismo prolifere, crezca demasiado y provoque una infección.

Desde que un bebé nace, la boca es la puerta de entrada más común para que adquiera gérmenes. Y es que es el principal órgano a través del cual explora el mundo. Bien sea a través del pecho de la madre, succionando la tetina del biberón, del chupete o llevándose los objetos a la boca.

Esto puede provocar pequeñas lesiones en la mucosa oral, que asociadas a cambios del pH de la saliva, ayuden a que este hongo crezca y ocasione la infección.

Otra causa bien distinta y menos frecuente, es la adquisición a través del canal del parto, cuando la madre padece una candidiasis vaginal. La prevención se basa en dos pilares;

  • Pronto diagnóstico y tratamiento de la madre con candidiasis vaginal (flujo vaginal blanco y espeso).
  • Medidas antisépticas que se toman durante el parto.

También cabe destacar la aparición de candidiasis secundaria a la toma de antibióticos. Dichos medicamentos pueden alterar de la flora habitual de la boca, matando las bacterias «buenas» que mantenían a raya el crecimiento de la Candida.

Otros factores predisponentes, más comunes en adultos, son:

  • Enfermedades como la diabetes mellitus, el síndrome de Cushing o el VIH.
  • Tratamiento con corticoides orales o inhalados, inmunosupresores, quimioterapia o radioterapia.
  • Padecer carencias nutricionales (sobretodo déficit de hierro).
  • Ser portador de prótesis dentales.

Prevención de la candidiasis oral

Si estamos ante un recién nacido, lo más importante es reforzar el sistema inmune del bebé. Manteniendo la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses.

En cuanto a las prácticas preventivas, lo mejor es extremar los cuidados de higiene de todos los productos que utiliza el bebé:

  • Si el bebé toma lactancia materna: la correcta limpieza del pezón con agua y jabón neutro es suficiente. Hay que evitar tanto el alcohol como otras sustancias agresivas que pueden provocar grietas.
  • Limpieza frecuente de las tetinas de biberones y chupetes. Esterilizándolos cuando el bebé es más pequeño. Lo mejor es usar un esterilizador de biberones o introducir las tetinas en agua hirviendo durante 3 minutos o al vapor durante 5 minutos.
  • Lavar bien los utensilios que el bebé o niño se lleva a la boca.
  • Lavado frecuente de manos de las personas que se encargan del cuidado del bebé.

Una medida preventiva específica es la que adoptamos en niños asmáticos que reciben tratamiento con gluococorticoides inhalados. En estos pacientes, el efecto secundario local más frecuente es la candidiasis orofaríngea. Para evitarla, las mejores medidas preventivas que todos tenemos a nuestro alcance, son dos;

  • Realizar gárgaras tras la inhalación. En el caso de bebés y niños pequeños; limpiaremos los restos de corticoide que quedan en la cavidad bucal, con una gasita.
  • Uso de cámaras espaciadoras.

Candidiasis oral; tratamiento

La candidiasis oral en bebés, genera mucha angustia a los padres. No obstante, es una infección banal que puede desaparecer de forma espontánea. Si no es así, hay que consultar con el médico y tranquilizarnos, ya que responde muy bien al tratamiento.

El tratamiento del muguet oral consiste en aplicar sobre la lengua blanca y sobre todas las lesiones, una solución antifúngica. Solemos utilizar el Miconazol (Daktarin®) o la Nistatina (Mycostatin®) tópico.

Para aplicarlo, se aconseja impregnar una gasa con la suspensión y extenderla sobre la zona afectada dando pequeños golpecitos. Hay que repetirlo cuatro veces al día durante 7 o 10 días. Para mejorar la eficacia se recomienda administrarlo media hora antes de la toma, o inmediatamente tras ella.

La mejoría aparece sobre el tercer o cuarto día de tratamiento. No obstante, hay que terminar la pauta para evitar recidivas.

Según la edad del bebé, su pediatra le puede aconsejar la toma de yogures con lactobacilos; un tipo de bacterias “buenas” que ayudan a eliminar los hongos. Una forma natural de reconstituir la flora normal de nuestro tracto digestivo.

¿La candidiasis oral es contagiosa?

La candidiasis oral no se considera una enfermedad contagiosa porque no afecta a la mucosa o a los tejidos íntegros.